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Orquideas Chilenas

Plantas de flores de reconocida belleza pero aún insuficientemente conocidas.

Actualización Agosto 2008

Con gran satisfacción hacemos una adición al artículo original de las orquídeas chilenas, mencionando en ésta ocasión la existencia de un libro a la forma de Guía de Campo que trata en forma exclusiva el estudio de éste singular grupo de plantas nativas chilenas.

En dicha publicación se reconocen 52 especies distribuidas en 7 géneros, todos pertenecientes a la familia de las Orquidáceas (Orchidaceae).

De ellas en ésta oportunidad agregamos 6 nuevas especies de orquídeas presentes en Ñuble que respaldamos con las imágenes respectivas, arriesgándonos a equivocarnos en su identificación al usar las imágenes del citado libro.

Tras cuatro años de haber señalado la necesidad de disponer de un libro que tratara en forma especial este tema, ha sido publicado la Guía de Campo de las Orquídeas Chilenas, cuyos autores son Patricio Novoa, Jaime Espejo, Mauricio Cisternas, Mónica Rubio y Erwin Domínguez, editado por la CORMA en el año 2006. Es posible acceder al formato digital de la citada guía, en la dirección www.cormabiobio.cl, específicamente en la sección de publicaciones.

Nota: En éstas líneas hacemos oportuna la ocasión de enviarles las correspondientes felicitaciones a los autores mencionados por la publicación de tan importante libro que responde en gran medida a la necesidad de disponer de la bibliografía indicada que favorece el objetivo de quienes promovemos el conocimiento de nuestra biodiversidad chilena y en particular la existente en la región del Ñuble.

Se estima que en Chile existirían una 80 especies, aún cuando algunos autores sólo reconocen la presencia de unas 48 de ellas, siendo los géneros existentes en el país: Aa,Bipinnula, Brachystele, Codonorchis,Gavilea,em>Habenaria, y Chloraea (el más representado en especies), y que se encuentran distribuidas desde la V a la XII Región cómo también en el Archipiélago de Juan Fernández.
Por nuestra parte estimamos haber logrado ubicar una 14 especies en Ñuble de las que ahora hemos incluido a cuatro especies del género Chloraea.

Coincidimos con los comentarios de la dificultad que han debido enfrentar los especialistas al intentar identificar a las diferentes especies a partir de ejemplares herborizados, los cuales pierden todas las características originales de la planta, específicamente la flor, la cual al secarla pierde los colores originales.

Es posible encontrarlas prácticamente en toda la provincia, desde el nivel del mar hasta los 1600 msnm, en donde se den las condiciones de suelo para su desarrollo, que por lo observado en terreno no son nada de exigentes en el sustrato que eligen para desarrollarse. A veces en suelos aparentemente de mala calidad pero igualmente aptos para su supervivencia. Este sustrato las diferencia de las orquídeas tropicales, las cuales son catalogadas cómo epifíticas al desarrollarse sobre troncos de los árboles.

Una vez adiestrado el ojo para descubrirlas, desde inicios de septiembre hacia la costa hasta fines de enero (en la Cordillera de los Andes) de cada año, nos hemos sorprendido gratamente ante las generalmente pequeñas pero hermosas flores ya sean blancas, amarillas, verdes, sostenidas por varas largas o cortas, hojas lanceoladas o bien envainadas.

A orilla de los caminos, al borde de los bosques, entremedio de los coirones, en laderas de cerros, entremedio de la vegetación del bosque, a veces en forma aislada o conformando grupos no muy numerosos en ejemplares de la misma especie en diferentes estados de desarrollo.

Son capaces de resistir la sequedad del inicio del verano ya estén directamente al sol o bien en condiciones de mayor protección por la vegetación de mayor altura que las cubre, especialmente entremedio del bosque nativo.

Sin embargo se mencionan diversas situaciones que amenazan la supervivencia de las orquídeas entre las que se enumeran la construcción de nuevas obras viales, areas de inundación por la construcción de represas, forestación con especies exóticas, cultivos agrícolas anuales especialmente. Agregando también medidas insuficientes o nulas en las evaluaciones de impacto ambiental tendientes a proteger la biodiversidad nacional.

Nuestra provincia no está ajena a dicha situación y es del caso mencionar cómo algunos sectores nativos que hace un par de décadas en la Cordillera de Ñuble (sector de Las Trancas, comuna de Pinto) albergaban numerosas poblaciones de orquídeas, han sido modificados drásticamente en su estructura vegetal original, la cual ha sido reemplazada por prados de especies exóticas. En el valle central ya por décadas han estado sometidas al pastoreo de los animales domésticos en forma constante y permanente, lo cual indudablemente ha hecho disminuir su presencia en dichos ambientes.

Desde esta página nos sumamos a la necesidad de favorecer el conocimiento de las orquídeas chilenas, las cuales aún siguen siendo insuficientemente conocidas, motivo que precisamente va en su desmedro, ya que al no ser fácilmente identificadas no reciben el cuidado que de ellas se debiera tener.

Por ello se hace más que necesario favorecer la educación hacia la comunidad y promover la protección de un grupo botánico de relevante importancia, tanto ecológico cómo ornamental. En éste último aspecto se está estudiando la posibilidad de disminuir el período que transcurre para obtener la flor, la cual señalan va desde los 6 a 15 años para la floración. Logrado dicho objetivo al cual se deben agregar los intentos de aumentar el tamaño de las flores, se está a un paso de promover comercialmente a las orquídeas chilenas.

Son las orquídeas chilenas un grupo botánico de gran atractivo una vez que se les conoce y que aún espera de los científicos un reconocimiento que deberá reflejarse en una publicación especialmente dedicada a ellas. Esperamos ello ocurra en un futuro cercano.